El 6 de julio pasado el humilde barrio de San Vicente de Asunción se despertó en medio de la madrugada con el mayor de los sobresaltos, cuando las llamas que salían de los grandes depósitos de agrotóxicos de
...El informe de los diputados dice textualmente: "Según informaciones de los Bomberos Voluntarios que actuaron en la ocasión, el incendio tuvo tres focos de iniciación, hecho que nunca se produce en un incendio accidental, lo cual hace presumir gravemente sobre la intencionalidad del siniestro". Esta clara intencionalidad, añade, constituye un crimen que debe ser castigado con todo el peso de la ley, independientemente del delito ambiental en que, por negligencia, habrían incurrido las autoridades. El documento legislativo llama por otra parte la atención sobre la ubicación inadecuada del depósito de agrotóxicos de
El 6 de
julio pasado el humilde barrio de San Vicente de Asunción se despertó en medio
de la madrugada con el mayor de los sobresaltos, cuando las llamas que salían
de los grandes depósitos de agrotóxicos de la Oficina Fiscalizadora
de Algodón y Tabaco (OFAT) amenazaban con consumir sus viviendas de techos de
zinc y paredes de cartón. Rápidamente, los vecinos salieron de sus casitas y
comenzaron a colaborar con baldes de agua y mangueras para extinguir el fuego,
sin imaginar las consecuencias que para ellos traería ese incendio que, ahora
se sabe, no consistió en un simple accidente, como se creyó en un principio. A
esa conclusión llegaron los miembros de una Comisión Especial de la Cámara de Diputados,
conformada con la exclusiva misión de averiguar las causas del siniestro,
producido hace ya cuatro meses.
En
efecto, los Bomberos Voluntarios del Paraguay confirmaron a los diputados que
comprobaron la existencia de tres focos diferentes de inicio del incendio, algo
que no se da cuando se trata de un hecho accidental. Sin embargo, esta prueba
no fue suficiente para que las autoridades de las instituciones involucradas
tomaran cartas en el asunto y ordenaran el cierre definitivo de los depósitos
de la OFAT , que
siguen funcionando como si nada hubiera sucedido.Tampoco sirvió para que se
paliara en alguna medida las secuelas que la quema de estos insecticidas dejó
en los habitantes de San Vicente. Hoy, la indiferencia oficial sigue cerrando
puertas a los pedidos de ayuda realizados por los afectados. Y los niños siguen
jugando, inconscientes del peligro, en medio de los desechos tóxicos que
quedaron enterrados en la canchita del vecindario, respirando a cada segundo el
aire contaminado de veneno.
Un lapidario informe
El
informe de los diputados dice textualmente: "Según informaciones de los
Bomberos Voluntarios que actuaron en la ocasión, el incendio tuvo tres focos de
iniciación, hecho que nunca se produce en un incendio accidental, lo cual hace
presumir gravemente sobre la intencionalidad del siniestro". Esta clara
intencionalidad, añade, constituye un crimen que debe ser castigado con todo el
peso de la ley, independientemente del delito ambiental en que, por
negligencia, habrían incurrido las autoridades. El documento legislativo llama
por otra parte la atención sobre la ubicación inadecuada del depósito de
agrotóxicos de la OFAT ,
así como sobre la manipulación, el uso y el transporte de las sustancias
tóxicas, lo cual Rel-UITA denunció oportunamente.
Los
diputados destacan la responsabilidad de ciertas instituciones en esta tragedia
ambiental, en particular la
Municipalidad de Asunción, la Secretaría del Ambiente
y el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, por permitir el
funcionamiento del depósito en un área urbana densamente poblada, y sobre todo
el Ministerio de Agricultura y Ganadería, identificado como el “principal
responsable” de los hechos.
"Hasta
la fecha todas estas instituciones han actuado tímidamente y luego de presiones
de la sociedad civil. Pero esta situación tiende actualmente a quedarse en el
olvido y a abandonar a su suerte a los afectados. Estos siguen en el lugar.
Continúan con variadas afecciones, con el riesgo de padecimientos crónicos a
largo plazo, difícilmente medibles o pronosticables, porque ni siquiera pudimos
saber con certeza qué productos estaban depositados en la OFAT , ni qué consecuencias
podría tener en ellos el cóctel de químicos que se formó con el agua al apagar
el incendio, ni la mezcla de gases liberados al ambiente durante la combustión
de los agrotóxicos", expresa el documento.
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