miércoles, 16 de mayo de 2012

Paciente de VIH no puede chequear su estado ante cierre de Malariología

Cada tres meses Zulima Jiménez, de 55 años de edad y paciente de VIH; debe realizarse un chequeo. Desde que cerraron las oficinas de Salud Ambiental y Contraloría Sanitaria -Malariología-, producto de un incendio en los almacenes por componentes tóxicos el 26 de febrero, no ha podido practicarse los estudios correspondientes y evaluar el progreso de su enfermedad. Ante esto, instó a las autoridades a reabrir de manera inmediata el centro. 
Desde hace 11 años, Jiménez padece de Virus de Inmunodeficiencia Adquirida (VIH) y siempre acudía a este lugar para examinarse. “En enero fue la última vez que asistí para que me evaluaran, pero desde que lo cerraron me recomiendan que acuda a otro centro, pero los estudios son muy costosos”. 
La preocupación de esta paciente, que acudió a El Carabobeño a plantear su caso,  se refleja en 40 enfermos más de VIH, que deben acudir a centros privados para que los atiendan. La Dirección General de Salud Ambiental y Contraloría Sanitaria realizaba 38 programas preventivos, pero desde hace dos meses están paralizados. 
Aunque Jiménez toma diariamente su medicina, relató que es imperativo realizarse el examen de carga viral de VIH y de la Hepatitis B para medir la competencia de su sistema inmune, y su respuesta virológica, que considera que se ha quebrantado en los últimos meses. 
Esta ama de casa, que reside en El Calvario, considera que su caso se repite en distintas personas que deben enfrentar un “viacrucis” para conseguir el tratamiento adecuado, que en estos momentos no se garantiza. “Yo tengo que vivir porque es mi derecho y quiero ver crecer a mis nietos”, manifestó preocupada. 
A pesar de que 250 trabajadores del centro de salud se negaron a la reubicación de los departamentos para el Hospital psiquiátrico de Bárbula para continuar sus labores en la sede oficial, -antigua Malariología- al poco tiempo fue clausurada por contaminación ambiental. 
Esta dependencia funciona en el hospital González Plaza en el área de farmacia sólo para entregar certificados o permisos para consumo de medicamentos especiales, así como cursos de manipulación de alimentos. 
El miércoles pasado miembros del sindicato de obreros y trabajadores de la Dirección General de Saneamiento Ambiental se reunieron con la directora del organismo, Xiomara Aponte, para realizar un recorrido por las salas del González Plaza que serían habilitadas. También organizaron una asamblea para que los empleados decidieran si irse o mantenerse en el centro.

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